que os parece la de Sarkozy??
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Caza y Pesca :: ZONA GENERAL :: Noticias
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que os parece la de Sarkozy??
Nicolás SARKOZY
Presidente de la Unión para un Movimiento Popular
Congreso nacional de la caza París,
martes 20 de febrero de 2007
Señoras y Señores:
Estoy
muy contento de expresarme ante una asamblea tan apasionada por
Francia, sus campos y sus bosques. Saben ustedes que no estoy elegido
por un medio rural. Pero conozco el lazo histórico, el lazo afectivo,
el lazo indeleble que une Francia y los cazadores. Ningún responsable
político puede imaginar el dirigirse a los franceses sin hablar a los
cazadores. Todos tenemos un mayor, un primo, un pariente cazador.
Los
debates, notablemente dirigidos por el Gobierno, antes de 1202, sobre
la pertinencia de la caza no tienen ningún sentido. La caza es un
millón y trescientos mil cazadores y sus familias. La caza es una
gestión responsable y científica. La caza es también la identidad en
nuestro país.
Ello puede parecer una paradoja a los no iniciados: sin la caza, Francia no sería tan abundante en caza.
Constatamos
que los países europeos que no han elegido una caza privada, han debido
elegir una caza pública pagada por el Estado.
Constatamos que la
caza no amenaza la supervivencia de las especies. Muy al contrario, la
caza mayor prolifera gracias a la acción concertada de los cazadores.
Mi ambición es volver a encontrar hoy piezas menores en nuestros
campos. Lo conseguiremos, ahí también, gracias a los cazadores. Y los
ejemplos demuestran que ello es posible con los agricultores y los
forestales. La ecología ha sufrido demasiado con las ideologías. La
caza, también, ha sufrido demasiado de las ideologías. No seré el
Presidente de las medidas vejatorias. Han conocido ustedes los
gobiernos del "miércoles sin caza". Han conocido ustedes los gobiernos
del desdén y de la ignorancia, incluso de la condescendencia. Han
intentado la peor estrategia que consistía en no regular los
contenciosos con la Unión Europea, especialmente sobre las fechas de
caza de las aves migratorias. No han cesado de dar privilegios a las
ideologías sobre la ecología. Han enfrentado a los franceses entre
ellos. Cazadores, agricultores, gentes de ciudad, automovilistas; cada
uno era culpable de la degradación de la naturaleza.
Es hora de recordar ciertas realidades.
Primera
realidad: La política ecológica debe, primero, interesarse por nuestros
modos de vida, por nuestro urbanismo, por nuestros modos de producción.
Cada año se urbanizan 60.000 hectáreas rurales más. Las distancias de
transporte no paran de alargarse. Los desafíos de la biodiversidad
están ahí.
Segunda realidad: Los cazadores tienen un verdadero
conocimiento de las especies y de los medios. Han sido los primeros en
interesarse por la conservación de los hábitas. Los cazadores de
animales acuáticos habían renunciado a cazar en marzo, durante el
período de regreso de las aves migratorias. Los cazadores son los
vigilantes de la gripe aviar. Los cazadores defienden una ética de
responsabilidad y el deseo de cazar de forma duradera. Ya es tiempo de
recordar estas verdades y de reconciliar a los amantes de la naturaleza
que comparten la voluntad de no oponer ideologías. Mi voluntad es que
la caza sea una actividad respetada y que no sea objeto de ataques
injustificados.
Tercera realidad: La derecha tiene un balance
positivo. Ha aligerado los timbres y recetarios. Ha abierto las
posibilidades de caza gracias a los permisos temporales o a las cazas
acompañadas. Ha derogado el "miércoles sin caza". Hemos simplificado,
con ustedes, la vida de los cazadores con la taquilla única para la
revalidación de los permisos de caza. Hemos regulado el tema de las
armas con ustedes. Hemos, por fin, regulado el contencioso con Bruselas
que amenazaba la caza de los animales acuáticos. Cuáles han de ser
nuestras ambiciones para estos próximos años?.
No se trata de
reformar una vez más la organización francesa de la caza. Tenemos
medios: la Oficina Nacional de la Caza y de la Fauna Salvaje,
federaciones estructuradas, una caza benévola y democrática,
estructuras científicas de gestión. No quiero una caza estatal como en
Suiza. Insisto en esa caza que reúne, más allá de las condiciones
sociales. Insisto en una caza rejuvenecida y, por qué no, feminizada.
Por supuesto, soy partidario de que sea disminuido el precio de los
primeros permisos de caza y que fomentemos la caza acompañada. Querría
abordar un punto esencial: no debe confundirse política rural con
política de biodiversidad.
La naturaleza se apaga ante nuestros
ojos. Primero, es víctima de la evolución de nuestros modos de vida. No
aceptaría, por supuesto, ninguna objeción tratándose de especies
protegidas. Es más, una política de la biodiversidad no puede limitarse
a la protección de especies excepcionales o en vías de desaparición.
Debe ir mucho más allá. Debe de partir de la constatación de que
nuestros paisajes, nuestra arquitectura, nuestros pájaros, nuestra caza
mayor y menor son un patrimonio fuera de lo común. Deseo que se inicie
una política de la biodiversidad alrededor de dos prioridades:
preservar la biodiversidad de excepción especialmente ultramarina y
volver a crear una biodiversidad cotidiana con el empeño de repoblar
nuestros campos de liebres, de conejos, de perdices o incluso de
codornices.
Evidentemente, tal política debe prioritariamente
concentrarse en la preservación de los espacios en donde se desarrolla
esta fauna. Una verdadera política de la biodiversidad debe
concentrarse en el urbanismo, en la artificialización de los suelos o
incluso en la gestión de los espacios forestales, agrícolas y de las
zonas húmedas. En este marco, habrá que acelerar la reorientación ya
iniciada por la nueva PACo Las antiguas normas han llevado a la
supresión de elementos del paisaje favorables a la fauna: setos,
barbechos, franja sembrada de hierba. Habrá que revisar esos
reglamentos. ¿No hay que revisar la reglamentación que excluye de los
barbechos las franjas de hierba? Son asuntos que no pueden ser
debatidos sin los expertos de la naturaleza de los que forman parte los
cazadores.
Habrá que volver a crear verdaderas vetas de formación
a las ciencias de la naturaleza. El Museo debe tener un presupuesto a
la altura de los propósitos. He propuesto la creación de un Ministerio
del Desarrollo Durable cuyas prioridades serán la lucha contra el
cambio climático, la preservación de la biodiversidad y la salud
ambiental. Para este conjunto, deseo una política ecológica que tenga
por prioridad la preservación de la biodiversidad.
Por
consiguiente, es hora de comprender que si la caza depende de la
política de biodiversidad no determina por si sola la biodiversidad. La
caza es ante todo un objetivo de la política rural.
El límite a la
actividad de la caza es el de no atentar a la supervivencia de las
especies. Corresponde a la ecología científica fijar este límite. La
política de la caza es primeramente una política de entretenimiento y
de gestión de los espacios. El cuidado de las zonas húmedas, de los
pantanos, de los bosques, de los barbechos es un cuidado del cazador.
La política de la caza es una política de vida rural, de desarrollo de
vetas. Es una política humana que arranca de un hecho que, sin la
intervención del hombre, la naturaleza rechaza.
Los cazadores tienen
su lugar en la definición de las políticas de acondicionamiento del
territorio. Se integran ustedes plenamente en una estructura de
gestión de los recursos naturales. Deseo que la política de la caza no
se resuma más en un conflicto de lógicas.
Cantidad de
conciudadanos aspiran a dejar la exigüidad de las ciudades. Debemos
dirigir inteligentemente esta evolución. Los campos no deben volverse
en una degradación de las ciudades. Tampoco deben vaciarse. Son
necesarios servicios de proximidad, comercios de proximidad. Hacen
falta actividades rurales y populares de los que la caza hacen parte,
como la pesca. La política rural no puede definirse en la oposición y
la estigmatización. Los atentados contra la naturaleza no provienen de
los agricultores o de los automovilistas, ni, siquiera de los
cazadores. Se deben a cada uno de nosotros y especialmente de nuestros
modos de vida. Es hora de mirar de frente a la verdad. La política
rural se define, por consiguiente, con los cazadores. Así he regulado
el tema de las armas e , incluso, la taquilla única. Así dirigiré la
política.
Se que la caza y sobre todo los cazadores padecen
"pesadeces administrativas" e incertidumbres. Puedo comprometerme a que
la Unión Europea no sea una fuente de complicaciones. Europa tiene
vocación de protección. Tiene vocación por definir normas para los
pájaros y las aves migratorias que atraviesan las fronteras pero son
los estados los que deben determinar o fijar las condiciones de caza
sobre su territorio. y es primero a nivel departamental, es decir,
sobre el terreno, donde la caza debe ser administrada.
Todos los
oradores están conformes en que una caza responsable debe ser
científica. Por detrás de esas declaraciones comunes, las intenciones
divergen. Para mí, una gestión científica especialmente de las especies
migratorias debe comprender estudios del observatorio de la fauna
salvaje. Si hay divergencia de puntos de vista con otras instituciones,
son los expertos quienes deben ponerse de acuerdo. Y únicamente cuenta
el estado de conservación de la especie. Esas normas son simples.
Acaban de ser recordadas por el Consejo de Estado. Me conformaré a
ello. Lo he dicho, no aceptaré ninguna objeción referente a las
especies protegidas y las cazas prohibidas. No tomaré ninguna decisión
que ponga en peligro la supervivencia de una especie. Deseo, como
ustedes, que tengamos un perfecto conocimiento de estado de cada
especie para evitar su proliferación o que su reproducción no atente a
otras especies. Y en esta lógica, si el Consejo de Estado confirma las
conclusiones del Comisario del Gobierno conservaremos el principio de
la caza durante las décadas de recubrimiento en función de las
observaciones científicas.
Un último punto sobre la policía de la
caza. He tenido ocasión en medir los debates sobre la realidad de los
controles. Nunca he dado consignas de tolerancia. Cuando existe una
norma, debe ser respetada. Son los principios que siempre he aplicado.
No obstante, he constatado el desorden de las actuaciones de medio
ambiente, así como de sus aplicaciones en general. ¡Que política de
control de la caza podemos tener cuando intervienen tantos factores?
Todas las estructuras de control serán reagrupadas en el seno de un
solo y mismo Ministerio de la Seguridad. Sobre el terreno, el Prefecto
estará allí para velar por el respeto de la ley y de la policía de la
caza.
Como veis, no deseo rehuir los problemas. Hay que tener el
valor de afrontar el desafío de la biodiversidad. Hay que tener
también, la honradez de devolver a los cazadores su dignidad. No sois
mujeres y hombres capaces de ejercer una actividad vergonzosa. La caza
ha hecho vivir siempre a nuestros campos. La caza se inscribe en la
Historia de Francia. La caza es necesaria para el equilibrio ecológico.
Y los cazadores son amantes de la naturaleza que no temen ni el frío,
ni la lluvia, ni los esfuerzos.
Autor: Revista CAZA Y SAFARIS
Fecha de publicación: 14/06/2007
Presidente de la Unión para un Movimiento Popular
Congreso nacional de la caza París,
martes 20 de febrero de 2007
Señoras y Señores:
Estoy
muy contento de expresarme ante una asamblea tan apasionada por
Francia, sus campos y sus bosques. Saben ustedes que no estoy elegido
por un medio rural. Pero conozco el lazo histórico, el lazo afectivo,
el lazo indeleble que une Francia y los cazadores. Ningún responsable
político puede imaginar el dirigirse a los franceses sin hablar a los
cazadores. Todos tenemos un mayor, un primo, un pariente cazador.
Los
debates, notablemente dirigidos por el Gobierno, antes de 1202, sobre
la pertinencia de la caza no tienen ningún sentido. La caza es un
millón y trescientos mil cazadores y sus familias. La caza es una
gestión responsable y científica. La caza es también la identidad en
nuestro país.
Ello puede parecer una paradoja a los no iniciados: sin la caza, Francia no sería tan abundante en caza.
Constatamos
que los países europeos que no han elegido una caza privada, han debido
elegir una caza pública pagada por el Estado.
Constatamos que la
caza no amenaza la supervivencia de las especies. Muy al contrario, la
caza mayor prolifera gracias a la acción concertada de los cazadores.
Mi ambición es volver a encontrar hoy piezas menores en nuestros
campos. Lo conseguiremos, ahí también, gracias a los cazadores. Y los
ejemplos demuestran que ello es posible con los agricultores y los
forestales. La ecología ha sufrido demasiado con las ideologías. La
caza, también, ha sufrido demasiado de las ideologías. No seré el
Presidente de las medidas vejatorias. Han conocido ustedes los
gobiernos del "miércoles sin caza". Han conocido ustedes los gobiernos
del desdén y de la ignorancia, incluso de la condescendencia. Han
intentado la peor estrategia que consistía en no regular los
contenciosos con la Unión Europea, especialmente sobre las fechas de
caza de las aves migratorias. No han cesado de dar privilegios a las
ideologías sobre la ecología. Han enfrentado a los franceses entre
ellos. Cazadores, agricultores, gentes de ciudad, automovilistas; cada
uno era culpable de la degradación de la naturaleza.
Es hora de recordar ciertas realidades.
Primera
realidad: La política ecológica debe, primero, interesarse por nuestros
modos de vida, por nuestro urbanismo, por nuestros modos de producción.
Cada año se urbanizan 60.000 hectáreas rurales más. Las distancias de
transporte no paran de alargarse. Los desafíos de la biodiversidad
están ahí.
Segunda realidad: Los cazadores tienen un verdadero
conocimiento de las especies y de los medios. Han sido los primeros en
interesarse por la conservación de los hábitas. Los cazadores de
animales acuáticos habían renunciado a cazar en marzo, durante el
período de regreso de las aves migratorias. Los cazadores son los
vigilantes de la gripe aviar. Los cazadores defienden una ética de
responsabilidad y el deseo de cazar de forma duradera. Ya es tiempo de
recordar estas verdades y de reconciliar a los amantes de la naturaleza
que comparten la voluntad de no oponer ideologías. Mi voluntad es que
la caza sea una actividad respetada y que no sea objeto de ataques
injustificados.
Tercera realidad: La derecha tiene un balance
positivo. Ha aligerado los timbres y recetarios. Ha abierto las
posibilidades de caza gracias a los permisos temporales o a las cazas
acompañadas. Ha derogado el "miércoles sin caza". Hemos simplificado,
con ustedes, la vida de los cazadores con la taquilla única para la
revalidación de los permisos de caza. Hemos regulado el tema de las
armas con ustedes. Hemos, por fin, regulado el contencioso con Bruselas
que amenazaba la caza de los animales acuáticos. Cuáles han de ser
nuestras ambiciones para estos próximos años?.
No se trata de
reformar una vez más la organización francesa de la caza. Tenemos
medios: la Oficina Nacional de la Caza y de la Fauna Salvaje,
federaciones estructuradas, una caza benévola y democrática,
estructuras científicas de gestión. No quiero una caza estatal como en
Suiza. Insisto en esa caza que reúne, más allá de las condiciones
sociales. Insisto en una caza rejuvenecida y, por qué no, feminizada.
Por supuesto, soy partidario de que sea disminuido el precio de los
primeros permisos de caza y que fomentemos la caza acompañada. Querría
abordar un punto esencial: no debe confundirse política rural con
política de biodiversidad.
La naturaleza se apaga ante nuestros
ojos. Primero, es víctima de la evolución de nuestros modos de vida. No
aceptaría, por supuesto, ninguna objeción tratándose de especies
protegidas. Es más, una política de la biodiversidad no puede limitarse
a la protección de especies excepcionales o en vías de desaparición.
Debe ir mucho más allá. Debe de partir de la constatación de que
nuestros paisajes, nuestra arquitectura, nuestros pájaros, nuestra caza
mayor y menor son un patrimonio fuera de lo común. Deseo que se inicie
una política de la biodiversidad alrededor de dos prioridades:
preservar la biodiversidad de excepción especialmente ultramarina y
volver a crear una biodiversidad cotidiana con el empeño de repoblar
nuestros campos de liebres, de conejos, de perdices o incluso de
codornices.
Evidentemente, tal política debe prioritariamente
concentrarse en la preservación de los espacios en donde se desarrolla
esta fauna. Una verdadera política de la biodiversidad debe
concentrarse en el urbanismo, en la artificialización de los suelos o
incluso en la gestión de los espacios forestales, agrícolas y de las
zonas húmedas. En este marco, habrá que acelerar la reorientación ya
iniciada por la nueva PACo Las antiguas normas han llevado a la
supresión de elementos del paisaje favorables a la fauna: setos,
barbechos, franja sembrada de hierba. Habrá que revisar esos
reglamentos. ¿No hay que revisar la reglamentación que excluye de los
barbechos las franjas de hierba? Son asuntos que no pueden ser
debatidos sin los expertos de la naturaleza de los que forman parte los
cazadores.
Habrá que volver a crear verdaderas vetas de formación
a las ciencias de la naturaleza. El Museo debe tener un presupuesto a
la altura de los propósitos. He propuesto la creación de un Ministerio
del Desarrollo Durable cuyas prioridades serán la lucha contra el
cambio climático, la preservación de la biodiversidad y la salud
ambiental. Para este conjunto, deseo una política ecológica que tenga
por prioridad la preservación de la biodiversidad.
Por
consiguiente, es hora de comprender que si la caza depende de la
política de biodiversidad no determina por si sola la biodiversidad. La
caza es ante todo un objetivo de la política rural.
El límite a la
actividad de la caza es el de no atentar a la supervivencia de las
especies. Corresponde a la ecología científica fijar este límite. La
política de la caza es primeramente una política de entretenimiento y
de gestión de los espacios. El cuidado de las zonas húmedas, de los
pantanos, de los bosques, de los barbechos es un cuidado del cazador.
La política de la caza es una política de vida rural, de desarrollo de
vetas. Es una política humana que arranca de un hecho que, sin la
intervención del hombre, la naturaleza rechaza.
Los cazadores tienen
su lugar en la definición de las políticas de acondicionamiento del
territorio. Se integran ustedes plenamente en una estructura de
gestión de los recursos naturales. Deseo que la política de la caza no
se resuma más en un conflicto de lógicas.
Cantidad de
conciudadanos aspiran a dejar la exigüidad de las ciudades. Debemos
dirigir inteligentemente esta evolución. Los campos no deben volverse
en una degradación de las ciudades. Tampoco deben vaciarse. Son
necesarios servicios de proximidad, comercios de proximidad. Hacen
falta actividades rurales y populares de los que la caza hacen parte,
como la pesca. La política rural no puede definirse en la oposición y
la estigmatización. Los atentados contra la naturaleza no provienen de
los agricultores o de los automovilistas, ni, siquiera de los
cazadores. Se deben a cada uno de nosotros y especialmente de nuestros
modos de vida. Es hora de mirar de frente a la verdad. La política
rural se define, por consiguiente, con los cazadores. Así he regulado
el tema de las armas e , incluso, la taquilla única. Así dirigiré la
política.
Se que la caza y sobre todo los cazadores padecen
"pesadeces administrativas" e incertidumbres. Puedo comprometerme a que
la Unión Europea no sea una fuente de complicaciones. Europa tiene
vocación de protección. Tiene vocación por definir normas para los
pájaros y las aves migratorias que atraviesan las fronteras pero son
los estados los que deben determinar o fijar las condiciones de caza
sobre su territorio. y es primero a nivel departamental, es decir,
sobre el terreno, donde la caza debe ser administrada.
Todos los
oradores están conformes en que una caza responsable debe ser
científica. Por detrás de esas declaraciones comunes, las intenciones
divergen. Para mí, una gestión científica especialmente de las especies
migratorias debe comprender estudios del observatorio de la fauna
salvaje. Si hay divergencia de puntos de vista con otras instituciones,
son los expertos quienes deben ponerse de acuerdo. Y únicamente cuenta
el estado de conservación de la especie. Esas normas son simples.
Acaban de ser recordadas por el Consejo de Estado. Me conformaré a
ello. Lo he dicho, no aceptaré ninguna objeción referente a las
especies protegidas y las cazas prohibidas. No tomaré ninguna decisión
que ponga en peligro la supervivencia de una especie. Deseo, como
ustedes, que tengamos un perfecto conocimiento de estado de cada
especie para evitar su proliferación o que su reproducción no atente a
otras especies. Y en esta lógica, si el Consejo de Estado confirma las
conclusiones del Comisario del Gobierno conservaremos el principio de
la caza durante las décadas de recubrimiento en función de las
observaciones científicas.
Un último punto sobre la policía de la
caza. He tenido ocasión en medir los debates sobre la realidad de los
controles. Nunca he dado consignas de tolerancia. Cuando existe una
norma, debe ser respetada. Son los principios que siempre he aplicado.
No obstante, he constatado el desorden de las actuaciones de medio
ambiente, así como de sus aplicaciones en general. ¡Que política de
control de la caza podemos tener cuando intervienen tantos factores?
Todas las estructuras de control serán reagrupadas en el seno de un
solo y mismo Ministerio de la Seguridad. Sobre el terreno, el Prefecto
estará allí para velar por el respeto de la ley y de la policía de la
caza.
Como veis, no deseo rehuir los problemas. Hay que tener el
valor de afrontar el desafío de la biodiversidad. Hay que tener
también, la honradez de devolver a los cazadores su dignidad. No sois
mujeres y hombres capaces de ejercer una actividad vergonzosa. La caza
ha hecho vivir siempre a nuestros campos. La caza se inscribe en la
Historia de Francia. La caza es necesaria para el equilibrio ecológico.
Y los cazadores son amantes de la naturaleza que no temen ni el frío,
ni la lluvia, ni los esfuerzos.
Autor: Revista CAZA Y SAFARIS
Fecha de publicación: 14/06/2007
Re: que os parece la de Sarkozy??
Muy largo pero muy coherente.
Los Gabachos siempre van por delante de nosotros en casi todo.
Los Gabachos siempre van por delante de nosotros en casi todo.
patxi- Moderadores
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